domingo, 19 de octubre de 2008

Ladrones de vidas

Cuando me empecé a relacionar con ellos notaba algo extraño. Percibía algo en ellos que me inquietaba. Pero sus palabras decían otra cosa. Me decían que me apreciaban. Y entonces, yo dejaba pasar la inquietud. La relegaba al fondo de mí mismo y trataba de no pensar en ello.

Poco a poco, con dificultad, yo trataba de construir mi vida. Y ellos, me preguntaban de vez en cuando, que qué tal me iban las cosas. Y cuando les contaba, su cara mudaba en una máscara, si las cosas eran buenas. Una máscara que para mí, quería decir otra cosa. Porque con todo su alma, lo que sentían era otra cosa. Entonces yo me descubría pensando así, y volvía a desterrar de mi cabeza estos pensamientos.

Y así pasó mucho tiempo. Mucho tiempo en el que me enredé y me entretuve en enterrar y desterrar esas sensaciones que me inquietaban acerca de los otros. Mira que era mala persona. Mira que pensar mal de los otros. Dónde iba yo. Y en ese mira que...me perdí a mí mismo. Y empecé a seguir los consejos de los otros. Sólo de los otros. Lo que yo pensaba sobre mi vida no valía. Los otros eran los que sabían. Los otros eran los que tenían la razón. Todo mi ser era una pura equivocación.

Y así, mi vida empezó a ser la vida de los otros. Llevaba la vida que ellos diseñaban para mí. Yo era su juguete especial. Estaba completamente en sus manos. Y empecé a caer. Y cada día caía más y cuanto más caía, más acudía a los otros. Necesitaba urgentemente su consejo. Necesitaba urgentemente su presencia. Y cuanto más necesitado estaba, y cuanta más urgencia tenía, tanto más los otros se alejaban. Tanto más los otros tardaban.

Hasta que un día me encontré solo. Solo. Completamente. Los otros no estaban para mí y yo tampoco estaba para mí. Hacía mucho tiempo que había desaparecido. Desaparecido por dudar de los demás. Y por no seguir dudando de ellos, dudé de mí mismo. Ése fue mi mayor error.

Cuando quise darme cuenta, mi vida casi había terminado. Y solo, en la oscuridad de mi desgracia, decidí acudir a aquél de quien primero había renegado, es decir, decidí acudir a mí mismo. No fue pronta la respuesta. Pero al final llegó. No tenía nada más.

Tuve que emplear muchos años. Tuve que hacer muchos esfuerzos. Pero al final, me recuperé a mí mismo. Y aprendí, que, aunque se esté en la circunstancia que se esté, de quién nunca te puedes separar, ni renegar, es de tí mismo. Y si lo haces, tu vida habrá dejado de ser tu vida. Será la vida de...otro...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

la falsedad y la personalidad ficticia son, ahora mismo, los caracteres de medio Universo.
Incluso los esconden bajo una capa, un abrigo o un chaquetón que guarda sus verdaderos..... iba a decir sentimientos, pero ¿sabrá esta gente lo que significa esta palabra?. Estos individuos no tienen sentimientos.
Se protegen bajo una capa suave con una medio sonrisa de niño inocente, te sacan todo lo que quieren saber, y en cuanto pueden te asientan tal "batacazo", que cuando te quieres dar cuenta, ni te mueves.
Y en esa equivocación ha caído la mitad de la materia pensante del Universo. En la de confiar en los demás. Y parte de otra mitad está al acecho.
Hay personas que por sus características especiales confían en el prójimo; y un poco, lo que dice Electra es como su espejo.
Y llega un momento en que el prójimo te asienta tal cantidad de bofetadas, que tu vida llega a no parecerse en nada al proyecto que día tras día, con gran cariño preparaste.
Hasta tal punto que ni te conoces, y un buen día te preguntas a tí misma:
¿Esa soy yo?. Y te parece raro porque hasta los tuyos, te miran con pena.
Cuando llega tu vida a ese extremo,todas las desgracias del mundo se te vienen encima. Pero entonces suena algo dentro de tí. Es una voz de alarma que lleva un sonido angustioso. Si la sabes escuchar e interpretar, volverá a ser tu vida aquella que hace ¿cuánto? ¡mucho, mucho...tiempo!!! dejaste atrás.

Esto se puede discutir largo y tendido. Pero lo que uno ve, no hace falta que se lo cuenten los demás.

"Si confias tu vida a la gente, y la gente maltrata tu forma de pensar, estalla una guerra civil en tu organismo:
Tus sentimientos y tu mente constituyen un bando.
Y en el otro está la "mala sangre" de los demás".

Rocío del Alba
21 Octubre 2008

Anónimo dijo...

Creo que hay un refrán o un dicho popular que dice:

"Quién a hierro mata, a hierro muere".

O aquel otro de:

"Quién la hace la paga".

Cualquiera de los dos se puede aplicar en este momento.
Claro que no le debe dar igual al que "mata", que al que "muere".
Todo ello en sentido figurado, claro está.

Para problemas como éstos que se reflejan aquí:
¿han oído hablar ustedes del "Escudo Psíquico". Seguro que si. Pues es muy fácil de aplicar, y yo como psicólogo les aseguro que da muy buenos resultados. ¡Utilícenlo!!!.

TAHI.
24 Octubre 2008

Anónimo dijo...

Lo que expone Electra en su trabajo, para mí tiene un nombre: "Destruir tu vida".
Toda destrucción anticipada, efectuada antes del momento necesario, estorba el desarrollo del principio inteligente. Por esto DIOS ha dado a cada SER la necesidad de vivir "inteligentemente", si lo llevamos a cabo o no, eso ya es cuestión nuestra.
El hombre debe tratar de prolongar de forma inteligente y lo más que pueda, su vida sobre la tierra, para cumplir su tarea. Por y para esto le ha dado DIOS el instinto de conservación. LA VOZ SECRETA (supongo que será la misma que la que dice Rocío)que le hace rechazar todo lo que no esté de acuerdo con lo que eligió para vivir.
Electra, digo y repito, DE FORMA INTELIGENTE.

Soy SEAM...
25 oCTUBRE 2008