lunes, 7 de septiembre de 2009

Incertidumbre

Siempre me moví en el mundo de la incertidumbre. En el mundo de la paradoja y de la ambigüedad.

Desde muy pronto, entendí que en el mundo no había certeza. Más bien, sólo había algo cierto. Que nacías y que morías. Y que ninguna de las dos cosas las controlabas. Escapaban completamente a tu control.

Y entonces...si lo que te hacía estar presente y lo que te hacía dejar de estar presente...no lo controlabas...¿qué clase de control tenías entre medias?.

Podías ser un iluso y pretender la certeza. Querer restringir tu interpretación del mundo a la plena certidumbre. Pero eso...¿a qué te llevaba?. A nada bueno, como muy pronto descubrí.

Perdía la mayoría de los matices. La mayoría de la riqueza de la vida y de los sucesos, que en el intento de controlarlos, se descontrolaban más...asi que...decidí abrir mi mente y mi vida...a la incertidumbre, la ambigüedad y la paradoja...

Estar tranquilo en medio de la incertidumbre no es fácil. Debes concentrarte en tí mismo y confiar, en tí y en el mundo, en tu realidad y la realidad que construyen los otros...encontrarte con tu miedo, enfrentarlo...y utilizarlo para traducirlo en riesgo...

No sé cuando pasé de tener sólo miedo, a tener miedo y ganas de vencerlo. Tampoco sé cuando pasé de tener ganas de vencerlo a empezar a retarlo. Y tampoco sé cuando dejé de retarlo y empecé a disfrutar del riesgo. Y por supuesto, no controlo cuándo me retiro porque el miedo me vence...sólo sé...que paso por todos esos estados...y alguno más...y para mí, ésa es la esencia de lo que significa estar en el mundo de la incertidumbre...