domingo, 1 de agosto de 2010

Libertad

Siempre se me llenó la boca con la libertad. La libertad individual era algo importante, fundamental, trascendental en mi vida. En mi vida tenía que haber por encima de todo, libertad. Y a ese principio fundamental, supeditaba todo lo demás.

Libertad de elegir. Libertad de actuar. Libertad para trabajar. Libertad para marchar. Libertad para disfrutar mi sexualidad. Libertad de pensamiento. Libertad social...libertad, libertad...

Y en aras de esa libertad, pasé la mayor parte de mi vida...en una cárcel inmensa que era aquella que determinaba esa...libertad que yo buscaba desesperadamente...

Y ahora que llego al final de mi vida, héme aquí que haciendo una mirada retrospectiva, de repente, me doy cuenta de que la libertad que buscaba afuera era una quimera, una falsa libertad que pretendía enmascarar la poca libertad que yo me concedía a mí misma...

...y yo me pregunto entonces, qué hacer para desandar lo andado, qué hacer para tener tiempo de probar, para tener tiempo de liberarme de mi cárcel interior, para tener tiempo de volar...para dar alas a la que verdaderamente soy...

...¿o será que tiene que terminarse el tiempo, para que cada uno pueda, por fin, conseguir la verdadera libertad?...

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