domingo, 27 de febrero de 2011

Inseguridad

Estamos acostumbrados a decir y a actuar como si no fuésemos inseguros. Como si fuésemos dueños y señores del tiempo, del espacio y del universo entero. Como si no tuviéramos miedo. Como si no fuéramos partículas nano microscópicas de un universo que se nos escapa.

Vamos por ahí todos los días, ceñidos a nuestra minúscula forma de entender el mundo, controlados y rígidos en nuestros trajes de seguridad. Articulamos normas, establecemos sistemas y métodos y nos llegamos a creer esas apariencias de superioridad y de entendimiento.

Y la verdad, ¿cuál es?. ¿Alguien la sabe, la conoce, la intuye, siquiera?.

Cada vez hacemos un mayor esfuerzo en el refuerzo de esa imagen, segura y superior, para compensar el miedo creciente que tenemos todos. El miedo y la inseguridad. El miedo de no saber quiénes somos y la inseguridad de mostrar lo poco que sabemos de nosotros mismos.

Y entramos en una espiral peligrosa, en la que la importancia de conocerse a sí mismo y a los demás, cada vez es menor, ya que es mejor vivir narcotizado y anestesiado, que querer ver la verdad, nos puede la anestesia profunda y brutal de la sociedad en la que vivimos y a la que vamos.

Y en este dominio de un mundo irreal y anestesiado, nuestra inseguridad, aquella que nos impulsó a tomar un camino de búsqueda y de encuentro, clama ahora por desviarnos de él y sumirnos en un estado de letargo y de ceguera, haciéndonos perder la fe en el ser humano.

Qué ironía. Dominadores del espacio sideral y sin fe en nosotros mismos, sin el menor atisbo de conocimiento de nosotros mismos. Vale más no saber nada, no mirar nada, no vaya a ser que nos enfrentemos a algo que no queremos ver y que no queremos entender.

No vaya a ser que descubramos que, en realidad, nada somos, y nada importamos. Que nuestras acciones y nuestros pensamientos y nuestras emociones, son sólo fugaces haces en un océano de tiempo y espacio, y nos tengamos que enfrentar al miedo básico a no ser nada, y nos preguntemos, ¿en qué recodo del camino nos torcimos, nos desviamos, hacia la nada?.

Insistiremos e insisteremos y entraremos cada vez más en un mundo más y más anestesiado, simplemente por desear no ser...nada...simplemente porque es demasiado fuerte estar y ser, para simplemente estar y ser...

...tan poderosa es nuestra inseguridad...

No hay comentarios: